Los productores y demás profesionales del sector trabajan en granjas comerciales y centros de embalaje que cumplen el Modelo Europeo de Producción. Este es un conjunto de más de 70 normas que regulan la forma de producir los alimentos en la Unión Europea y España, y los controles del proceso desde el origen al consumidor. Esta normativa, la más exigente del mundo, garantiza la seguridad alimentaria, el bienestar y la sanidad animal, además de promover la sostenibilidad de la producción y el respeto al medio ambiente.